¡Ya no sé qué poner de cena, estoy aburrida de hacer comidas! (parte I)

¿Te suena? A todas y a todos (según quien cocine en casa) nos ha pasado alguna vez, que nos hartamos de estar todos los días pensando qué poner de comida y de cena que sea saludable, que guste en casa, que se ajuste a nuestro presupuesto y al tiempo, casi siempre escaso, del que disponemos para prepararlo.

Y es que si multiplicamos los 365 días del año por 2 (comida y cena cada día), aún restándole un 10% de días que comamos fuera de casa ¡necesitamos pensar 328 comidas o cenas cada año! Es para aburrir al cocinero más motivado.

Por eso hoy vengo con una publicación con la que pretendo facilitaros un poco la tarea de chef de la casa, que suele ser más bien ingrata y poco agradecida. Hablaremos de cómo organizar los menús semanales. Y en el post siguiente (parte II) os daré un listado de posibles comidas y cenas para cuando se os agoten las ideas o tengáis el cerebro seco de tanto pensar.

¿Cómo organizar los menús semanales?

1. Coge papel y boli y anota la comida que tienes en la nevera, el congelador y los armarios que utilices como despensa. Marca con una cruz los que vayan a caducar en la próxima semana.
2. Piensa menús para toda la semana que incluyan en primer lugar los productos más próximos a caducar. Asigna los más fáciles para diario y los que requieran mayor elaboración para el fin de semana.
3. Prepara una lista de la compra con los ingredientes que te falten para completar los menús que has pensado.

Ten en cuenta que las comidas deben buscar un equilibrio entre proteínas, carbohidratos y grasas, así que hay que buscar gastar los alimentos que tengamos en casa, a la vez que complementarlos con los otros nutrientes necesarios.

Yo procuro que las cenas de la semana incluyan dos días de pescado, dos de carne blanca (pollo, pavo o conejo) y uno de huevo. Y siempre los acompaño de ensaladas o verduras. Si, además, tengo que preparar comidas para toda la semana, procuro poner  dos días legumbres, 1 día carne roja y los otros dos carne blanca, huevo o pescado. De acompañamiento: verduras, pasta o arroz.

Los fines de semana son más libres; a veces comemos fuera o pedimos comida para llevar a casa, o preparo platos más elaborados porque dispongo de más tiempo, como fabada, lasaña o canelones.

4. Reserva un día de la semana fijo para ir a la compra, así lo integrarás en tus rutinas y no se hará tan pesado. Y a partir de ahí, podrás organizar el resto de pasos para tener lo más adelantado posible el menú de la semana.

Hay quien hace la compra de productos frescos semana a semana y hay quien compra para todo el mes y congela. Yo soy de estos últimos en lo que se refiere a carne y pescado (fruta, verdura y hortaliza, compro fresco cada semana). 

Por eso, nada más llegar de la compra, separo en bolsas para congelar  las raciones para cada día, las etiqueto  y congelo; y así cada semana, según la lista de menús que haya hecho, solo tengo que descongelar el día anterior la carne o pescado que toque.

Cada hogar tiene sus costumbres

Estos son los pasos básicos para tener organizados tus menús semanales. Luego cada familia es un mundo y cada persona tiene sus horarios, sus costumbres alimenticias y su forma de organizarse.

Si dispones de poco tiempo para cocinar, por ejemplo, te puede merecer la pena dedicar un día del fin de semana a cocinar y congelar, o a dejar adelantada la parte que puedas del menú (verduras cortadas, arroz cocido); lo que ahora se conoce como batch cooking, del que hablaremos en alguna otra ocasión.

Si tienes hijos y comen en el colegio, lo habitual es que el cole ponga a disposición de los padres en su web el menú para todo el mes. Y, en muchos casos, la empresa encargada del comedor ofrece recomendaciones de menús para la cena que complementen lo que el niño ha comido.

Como veis, esto de la planificación de menús es un mundo, así que volveremos seguro sobre ello en otras ocasiones. ¡Y no os perdáis el listado de menús que os incluyo en la segunda parte de este post!