EP105 El síndrome de la maleta navideña

El síndrome de la maleta navideña. Podcast En casa con María, de Atelier del Orden, organizadora profesional.
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EP105 El síndrome de la maleta navideña
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Muchas personas tienen que incluir un viaje en sus celebraciones navideñas, ya sea para visitar a la familia, porque tienen hijos en el extranjero o simplemente por placer, lo que conlleva estrés logístico: maletas, regalos, encargos de última hora. A este agobio se suma para algunos el estrés de sentirse desplazada o incómoda en casa de otros. Con este episodio de En casa con María pretendo darte una pequeña guía para minimizar el caos y aligerar el estrés.

Te hablaré de cómo organizar una maleta compacta pero funcional para viajes cortos, incluyendo ropa para eventos imprevistos.

Te daré algunas claves para llevar regalos sin que ocupen medio equipaje (y sin olvidar los papeles o etiquetas).

Y consejos para sentirse cómoda y «en casa» incluso cuando estás en casa de familiares directos, familia política o amistades, lo que incluirá tu neceser de confort y rutinas rápidas para adaptarte.

Vamos a ver cómo organizar tus viajes familiares en Navidad sin perder los nervios. Porque, en definitiva, se trata de ser feliz en unos días muy especiales con las personas que quieres. Y a veces, lo perdemos de vista.

De entrada quiero contarte ¿qué es el síndrome de la maleta navideña? Es esa sensación de que viajar en Navidad es una misión imposible. Empiezas tranquila, pero al final te encuentras con una maleta que no cierra, ropa que no pega con nada, regalos a medio envolver, y un sinfín de ‘por si acasos’. Además, si visitas a varios familiares, la logística se complica aún más.

¿Cuántas veces te has encontrado el día del viaje intentando meter un par de botas más ‘por hacemos una excursión ¿O has llegado a casa de tu hermana y te das cuenta de que te olvidaste el cargador o tu crema hidratante recién comprada para el viaje?

Seguro que más de una vez has vivido una situación como esta: empiezas con la idea de hacer una maleta ligera y ordenada. Pero, poco a poco, se van acumulando las cosas. Que si un jersey extra porque ‘nunca se sabe’, esos zapatos de tacón que llevas años sin usar pero que esta vez podrían venirte bien, y, por supuesto, el abrigo gordo ‘por si nieva’, aunque el pronóstico diga lo contrario. ¿El resultado? Una maleta que no cierra, una montaña de estrés y la sensación de que vas a necesitar unas vacaciones después de las vacaciones.

Y eso no es todo. No solo es la maleta: también están esos ‘detalles invisibles’ que nadie ve pero que tú llevas en la cabeza. Recordar a qué hora sale el tren o el avión, repasar mentalmente si llevas todos los regalos, asegurarte de no olvidar ese medicamento que solo tú usas, o pensar en cómo vas a cuadrar todo con el horario del resto de la familia. Y ahí estás tú, sobrecargada mentalmente y con la sensación de que llevas el peso del viaje en todos los sentidos.

Este síndrome no discrimina: da igual si viajas en coche, tren o avión. Siempre hay un momento de pánico: cuando miras la maleta y piensas ‘¿me estaré dejando algo importante?’. Y el momento estrella suele ser cuando ya estás fuera de casa y recuerdas ese pequeño objeto esencial que olvidaste. Porque sí, siempre hay algo que se queda atrás, el cargador del móvil, el libro que estás leyendo o ese regalo especial que habías guardado con tanto cariño.

¿Tienes alguna otra estrategia que utilices para hacer los viajes en Navidad más llevaderos?

¡Abrazo!

María