
Bienvenida, bienvenido a En casa con María.
Septiembre no es un hito para agobiarse, es un tiempo para sentar bases. Y las bases no se construyen en dos días. A menos que tengas una guía, que es lo que pretendo dejarte hoy en este episodio del podcast. Luego, el ponerlo en práctica lo dejo en tus manos, si crees que te puede venir bien.
Un dato para poner los pies en la tierra: formar un hábito estable tarda, de media, 66 días; puede ir de 18 hasta 254, según un estudio clásico de la University College London.
Esto quiere decir que lo que empecemos ahora, ya mismo, va a cuajar hacia octubre/noviembre, no mañana. Pero para entonces va a estar integrado en tu día a día y te va a facilitar mucho tus rutinas diarias, esas que te aportan un suelo firme para que salgas segura a la vida y que, sobre ese suelo firme puedas bailar, improvisar y salirte del guión tanto como quieras, porque tienes un suelo firme que te acogerá cuando caigas de algún que otro salto.
Otra clave: nuestra memoria de trabajo solo maneja bien entre 3 y 5 frentes a la vez. Si intentamos atender diez, perdemos foco y energía. Por eso, menos es más.
Y el desorden visual no es neutro: compite por tu atención a nivel cerebral y nos fatiga antes. Mantener a raya el ruido alrededor ayuda a pensar y decidir mejor.
En casa, el tiempo es oro: entre quienes trabajan, el grupo más frecuente de mujeres dedica en torno a 2 horas diarias a tareas domésticas y de cocina; en hombres, el grupo de media onda 1 hora diaria. Aunque sé que hay casos en que estos modelos no se cumplen o se dan a la inversa. Por eso, ajustar expectativas a realidades nos va a evitar siempre frustraciones.
Te he dejado estas pinceladas para situarte, para que veas que esas expectativas tan grandes que aparecen en nuestra mente después del verano, cargadas de motivación, necesitan un aterrizaje para tener gasolina para el resto del año. Porque, si no, se irán como han venido.
Y para eso, he preparado un decálogo de mínimos: lo esencial para arrancar septiembre con calma, sin perfeccionismo y con resultados que puedas mantener en el tiempo.
Y, antes de contarte el decálogo, déjame que te dé un manual de instrucciones exprés para utilizarlo: elige solo 3 puntos para poner en práctica en septiembre. Cuando estén rodando, añade un cuarto durante una semana. Y así sucesivamente. Y, si sabes que te cuesta incorporar hábitos nuevos, ve paso a paso, uno cada semana. Nada de todo a la vez. Pero sé firme y constante en su aplicación. Se tarda varios meses en integrarlos, pero las primeras semanas son fundamentales.
Ahora sí, te dejo en el podcast el Decálogo de Mínimos para septiembre.
Quédate con esto: septiembre no es una carrera, es una puesta a punto. Elige tres mínimos, ponte un recordatorio y arranca.
Si te apetece que te acompañe a implementar estos mínimos en tu casa y tus rutinas, en Atelier del Orden trabajo precisamente así: con procesos amables y sostenibles, pero muy eficaces en orden en tus espacios y en tu interior. Puedes escribirme a [email protected].
Gracias por escuchar. Si este episodio te ha ayudado, dale a seguir en tu plataforma y compártelo con alguien a quien le haga bien empezar septiembre sin presiones.