EP146 Planchar o no planchar. Esa es la cuestión

Portada del episodio 146 del podcast "En casa con María" de María Leániz, fundadora de Atelier del Orden. Foto de María con una falda en la mano y el título del episodio sobreimpreso: Planchar o no planchar. Esa es la cuestión.
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EP146 Planchar o no planchar. Esa es la cuestión
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En muchos hogares empieza a verse una tendencia llamativa: cada vez más gente reduce el uso de la plancha o directamente deja de planchar. Esto sucede en gran medida entre personas jóvenes, que priorizan tejidos prácticos, estilos más informales y rutinas domésticas simplificadas. Pero también cala entre los adultos.

Un ⁠estudio publicado por el diario británico The Guardian⁠ en 2023 señalaba que alrededor del 30 % de los adultos jóvenes de entre 18 y 34 años no posee plancha o no la utiliza nunca.

Pero ese dato convive con otra realidad igual de clara: una parte muy amplia de la población adulta y la mayoría de las familias siguen planchando con regularidad, si no todas, sí muchas prendas, porque lo consideran parte del buen cuidado de la ropa, del hogar y de la imagen personal. Hoy vamos a repasar los argumentos de ambos bandos: los defensores de planchar y aquellos que apuestan por no hacerlo.

¿Cuáles son los argumentos a favor de planchar? Para muchas personas, una prenda bien planchada transmite limpieza, cuidado personal, higiene y hasta profesionalidad en el entorno laboral. Una camisa sin arrugas, un pantalón con la línea marcada o un vestido impecable siguen teniendo un peso estético importante, en determinados ambientes laborales y en el ámbito personal en ocasiones especiales.

¿Por qué dejar de planchar o hacerlo mucho menos? La ropa actual ha cambiado. Muchos tejidos están diseñados para no necesitar plancha, o directamente se ven bien con su textura natural. El teletrabajo, la ropa casual y la reducción de la formalidad han suavizado la idea de que “todo debe ir perfectamente liso”.

La moda también ha contribuido: cada vez se asume más la arruga como parte del estilo, especialmente en materiales como el lino o ciertos algodones. Para algunas personas, planchar se ha convertido en una tarea que consume tiempo y espacio y que no aporta un beneficio suficiente como para justificar el esfuerzo. Si a eso se suma que es una tarea que exige aparato, superficie libre y cierta dedicación, en muchos hogares se ha decidido priorizar otras responsabilidades. La conclusión es que la estética ha cambiado, los tejidos han evolucionado y los ritmos de vida también.

Muchas personas prefieren invertir su tiempo en descansar o disfrutar viviendo experiencias antes que quitarse horas cada semana por llevar la ropa planchada.

Un abrazo,

María