Trabajos realizados

Luis y Aroa

Luis y Aroa son una pareja de 40 años con dos niños pequeños y otro en camino. Se ilusionaron durante el confinamiento visualizando una reforma para su casa. Al levantarse las medidas, se pusieron manos a la obra y se encontraron con la mitad de su casa en un guardamuebles.

Una vez terminada la obra, nos contrataron para recibir la mudanza y organizarla en los nuevos espacios que habían creado en su hogar. “No tengo más que palabras de agradecimiento, encontrarte instalada en tu casa sin tener que pasar por el estrés de una mudanza, embarazada y hasta arriba de trabajo, me ha dado la vida”.

Fotografía de una niña recogiendo sus juguetes en una casita de madera
Fotografía de una terraza con sofás organizado y ordenado

Cristina

Cristina es una madre soltera con dos hijas que necesitaba reorganizar su vestidor. El trabajo le ocupaba la mayor parte del día y llegaba a casa con las energías justas para ocuparse de las chicas.

La falta de tiempo había hecho que se acumulasen las prendas sin una pauta de organización en sus 4 armarios. En un fin de semana intensivo le dimos un vuelco. No tenía idea de deshacerse de nada pero al ir clasificando, se involucró y llenamos hasta cuatro bolsas de ropa para donar.

“Es un orden muy fácil de mantener, todo tiene un sitio asignado y está a mano cuando lo necesitas. En el día a día te das cuenta de que es muy práctico y te libera tiempo, que al final es lo que todos queremos”.

Javier

Javier es un chico de 32 años que vive solo. Entre el trabajo y la vida social, la organización de la casa se le iba de las manos y empezó a no encontrar las cosas por su casa, a llegar tarde al trabajo por buscar las llaves o encontrarse al volver con una lavadora de ropa teñida entera de color rojo.

Su madre nos contrató para regalarle un curso básico de tareas domésticas. Al principio estaba un poco escéptico pero en cuanto empezó a aprender técnicas de orden, doblado de ropa e incluso unos básicos de cocina para cenas rápidas, se fue motivando y nos despidió hasta con un abrazo. “El mejor regalo que me han hecho, al principio los colegas se reían de mí y ahora todos lo quieren”.

Fotografía de un hombre usando su ordenador en un escritorio