La creatividad es una habilidad muy valiosa en muchos ámbitos de nuestra vida, desde el trabajo hasta nuestros proyectos personales.
Igualmente, el orden es algo necesario en nuestra vida para no vivir en un continúo caos que nos genere agobio y estrés.
Pero muchas veces escucho frases como “yo, dentro de mi desorden, tengo mi orden” o “es que las personas creativas necesitamos un cierto caos para crear. La creación nace con el desorden”.
Realmente a veces es cierto, parimos buenas ideas cuando estamos sumergidos en un torbellino mental, cuando tenemos varios libros abiertos encima de la mesa, un montón de papeles con anotaciones … Pero eso no quiere decir que las personas desordenadas sean más creativas.
Lo habitual es que, después de ese momento creativo al que quizá hemos llegado por la consulta de numerosas fuentes y la conexión de ideas en nuestro cerebro de forma aparentemente desordenada, hacemos que el orden vuelva para poder seguir con una vida funcional y en armonía.
Si viviésemos de forma prolongada en esa situación de desorden y caos, nuestra vida se vería afectada de forma negativa.
Y no siempre es necesario el caos para la creación. Realmente la creatividad y el orden pueden ser aliados poderosos. El orden y la organización pueden proporcionar un ambiente propicio para el nacimiento de ideas innovadoras y la expresión creativa.
¿Cómo puede el orden estimular la creatividad? La respuesta radica en la eliminación del desorden y el caos que pueden obstaculizar nuestro proceso mental.
Cuando nuestros espacios están desorganizados, nuestra mente se dispersa y nos cuesta concentrarnos en la tarea o proyecto en cuestión.
El desorden nos roba tiempo y energía mental que podríamos dedicar a la generación de ideas.
Entonces, ¿cómo podemos organizar nuestro espacio de trabajo para fomentar la creatividad? En este episodio del podcast te traigo algunas claves que te sirvan 😉