Dentro de las temáticas que abordamos las organizadoras profesionales se encuentran todas aquellas que están relacionadas con el orden y la organización en el hogar. Y hay una en especial que genera últimamente una importante demanda, y es cómo organizar los menús semanales, cómo llevar una alimentación saludable, propuesta de recetas para comidas y cenas o el famoso Batchcooking para cocinar un día los menús de toda la semana.

Viendo que todos estamos cada vez más concienciados con la importancia de la alimentación, quería hablaros de algunas de las frutas y verduras de temporada que tenemos en noviembre. Os dejo también alguna idea de receta con cada una.

Ya sabéis que comprar productos frescos de temporada resulta más beneficioso para nuestra salud y nuestra economía. Favorece  a los productores y comerciantes locales y es bueno para la sostenibilidad del planeta así que ¡todo son ventajas! En este sentido, me gusta mucho el proyecto Soy De Temporada, que sigue la máxima de volver a consumir como lo hacían nuestros abuelos: siguiendo el ritmo de la naturaleza, y nos acerca las frutas y verduras que están disponibles cada mes.

Sin más, os cuento algunas de las que tenemos ahora mismo para consumir:

Caqui

También llamado persimon o palosanto, ya que los caquis maduran en noviembre y empezamos a verlos en torno a la festividad de Todos los Santos. Hala, no os quejaréis de que no os traigo curiosidades 🙂 El caqui contribuye a mantener una piel cuidada y a prevenir el estreñimiento.

Es una de las frutas campeonas por la cantidad de fibra que nos aporta, pero ojo porque también viene hasta arriba de hidratos de carbono y calorías. Aquí no tengo receta que daros porque un buen caqui en su punto él solito es un auténtico manjar.

Calabaza

Tiene un bajo aporte de calorías y grasas, lo cual ya la hace bastante interesante. Como curiosidad, deciros que es el alimento más grande del huerto. De hecho, en algunas zonas de España hay concursos de calabazas y se fuerza a la naturaleza a producir auténticos gigantes.

La calabaza aporta vitamina C, que puede perderse si le damos un proceso de cocción largo, y otros elementos q se transforman en vitamina A en nuestro organismo.

La crema de calabaza es un clásico del otoño y es una forma fácil de conseguir que los niños coman verdura, ya que les suele gustar. Si le pones encima un puñado de pipas, de girasol y de calabaza, se la devoran. Salteas en sartén los trozos de calabaza pelados, con una patata y una cebolla pequeña también troceadas, con sal. Después lo pones a cocer diez minutos en olla exprés con poca agua. Cuando esté, lo trituras, con un chorrito de nata o leche si quieres darle una textura más fina, y listo.

Mandarina

Fuente de vitamina C, aunque algo menos que las naranjas; también nos proporciona caroteno, un buen antioxidante. Favorece la formación de anticuerpos y estimula la acción antiinfecciosa en nuestro organismo.

En casa a veces cuando vienen invitados (venían, etapa pre-covid, snif), preparo un postre que gusta mucho: brocheta de gajos de mandarina mojados en dos chocolates y enfriados en nevera. Rico rico. Y oye, que no hacen falta invitados, un sábado cualquiera, porque tú lo vales.

Naranja

Nos aporta vitamina C y flavonoides, mejor comerla que beberla en zumo por su aporte de fibra. La naranja es uno de los productos que España más exporta y a la vez más importa. Y tu infancia no ha sido infancia si no has escuchado a tu madre o tu abuela decirte ¡bébete el zumo que se le van las vitaminas! Y tú te imaginabas las vitaminas volando por la cocina. A mi hijo se le cayó un vaso de zumo de naranja y me miró compungido y me dice: “Hala, ya se le han caído todas las vitaminas, míralas todas por el suelo”. Miré y el suelo estaba lleno…de pulpa 🙂

Anécdotas aparte, ¿habéis probado la ensalada de naranjas? La descubrí en Robledillo de Gata y está espectacular. Allí la ponen (aquí debajo os dejo la foto) con huevo duro picado, cebolla fina en juliana, granada y aceitunas negras, pero esta receta de El toque de Belén con huevo frito y jamón también está para chuparse los dedos.

Champiñón

Compuesto en su mayoría de agua, nos aporta fósforo y vitaminas como niacina y riboflavina. Ayuda a regular el colesterol y no contiene grasa. Contribuye a la prevención del cáncer de mama y de próstata por el ácido linoleico conjugado y los betaglucanos que posee.

Aunque hay recetas más sofisticadas en las que participan, me quedo con unos buenos champiñones salteados con ajo y perejil fresco, sal y un chorrito de limón. Pura delicia. En tosta, con una base de alioli, también de morirse.

Alcachofa

Llegó a España de la mano de los árabes, tiene gran cantidad de agua y nos aporta mucha fibra, por lo que produce un efecto saciante y de  limpieza y depuración del organismo. Nos proporciona vitamina A, fósforo, potasio y magnesio. Se le atribuyen cualidades anticancerígenas y de reducción del colesterol.

Además de la opción de cocerlas con láminas de cebolla, laurel y el zumo de medio limón, e ir chupando luego las hojas hasta llegar al corazón, que es la joya de la corona de la alcachofa; también podemos quedarnos solo con el corazón y hacerlo a la plancha con una gota de aceite y sal. Delicatessen.